19 December 2025

El 2025 termina con una señal que vale la pena mirar de cerca. El Perú vuelve a moverse, la demanda aérea crece y el nuevo Jorge Chávez empieza a tomar ritmo, aunque el debate público aún gira con fuerza en torno a tarifas y regulaciones.

Los datos del Índice SMART 2025, elaborado a partir de un estudio propio de JetSMART a pasajeros sobre sus hábitos y motivaciones de viaje, lo confirman: uno de cada cuatro pasajeros en el país voló por primera vez durante el último año, una señal clara de que la aviación dejó de ser un servicio excepcional para convertirse en un factor de integración social y territorial.

Este cambio invita a revisar con cuidado la regulación. Cada dólar que se suma a la tarifa final puede marcar la diferencia para quienes viajan con presupuesto ajustado. La Tarifa Unificada de Uso de Aeropuerto (TUUA) para pasajeros en conexión internacional, establecida por Ositrán en US$11,86 a partir del 7 de diciembre de este año, no contempla que la competencia regional es intensa y que la infraestructura es un factor de competencia. En Sudamérica, los países compiten por atraer rutas y tránsito. Un costo adicional no solo encarece el viaje, sino que puede traducirse en menos frecuencias, menos conexiones y menor atractivo del Perú como punto estratégico en el mapa aéreo regional.

El nuevo terminal del Jorge Chávez tiene margen para operar con mayor eficiencia, pero su impacto real dependerá de decisiones públicas oportunas: mantener costos razonables, optimizar la gestión de ‘slots’ y acelerar reglamentos clave. La infraestructura, por sí sola, no garantiza conectividad.

En este contexto, Sudamérica vive un ciclo de expansión. IATA registra un crecimiento sostenido de la demanda y la capacidad, mientras varias aerolíneas consolidan su presencia regional. Entre ellas está JetSMART, cuyo avance refleja cómo el modelo de bajo costo ha venido ampliando el acceso a la aviación. En nueve años superó los 50 millones de pasajeros en la región. En el Perú, desde nuestro inicio de operación en el 2022, más de seis millones de personas han volado con la compañía y más de 1,3 millones lo hizo por primera vez.

El aumento de frecuencias en rutas como Cusco, donde JetSMART ha llegado a operar hasta 63 frecuencias semanales, demuestra que la competencia no solo sostiene la recuperación turística, sino que también contribuye a descentralizar el movimiento de pasajeros.

El 2026 llega con expectativas altas. Para sostener este crecimiento, el país necesita un marco regulatorio que entregue estabilidad y acompañe la demanda real. La renovación de flota, la expansión de rutas internacionales y las alianzas estratégicas solo serán sostenibles si se respaldan con reglas claras, trámites ágiles y costos que no limiten el acceso. Cuando una política pública encarece volar, no impacta a las aerolíneas: impacta directamente a quienes dejan de viajar.

El Índice SMART 2025 también permite entender quiénes están llenando hoy los aviones en el país. La mitad de los encuestados eligió su aerolínea por precio y muchos viajan solos, algo que hace algunos años era menos habitual. Este cambio evidencia cómo el acceso a tarifas más convenientes ha permitido que más personas puedan viajar, incluyendo la posibilidad de visitar a familiares sin que el costo sea una barrera.

La lección que deja este año es clara. La aviación ya forma parte de la vida cotidiana de millones de peruanos. La conectividad aérea es un motor económico y social cuando se piensa como política pública. Despega cuando las reglas permiten volar más; se frena cuando obligan a quedarse en tierra.

About Author

This post was originally published on this site

Leave a Reply