19 December 2025

El Perú da un paso clave hacia la modernización de su sistema eléctrico. El Ministerio de Energía y Minas (Minem) aprobó recientemente la directriz para el reconocimiento de los costos asociados a los Sistemas de Medición Inteligente (SMI), conocidos como medidores inteligentes, con lo que se sientan las bases para una red eléctrica más digital, eficiente y alineada con los estándares internacionales.

A diferencia de los medidores tradicionales, que solo registran el consumo total mensual, los medidores inteligentes – cuya instalación depende del Minem y las empresas de electricidad – permiten medir el uso de la electricidad hora a hora y transmitir esa información de forma remota. Esto abre la puerta a tarifas diferenciadas según el horario de consumo, una de las principales promesas de ahorro para los hogares.

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¿Cuánto costará el medidor inteligente y cómo se cobrará? Uno de los puntos más sensibles para los usuarios es el costo de esta tecnología. De acuerdo con la normativa aprobada por el Minem, el medidor inteligente no se cobrará como un pago único, sino que su costo será prorrateado mensualmente a lo largo de su vida útil, estimada en 15 años.

Según estimaciones del sector, el valor del medidor ronda los US$40, lo que se traduciría en un cargo aproximado de S/2 mensuales en el recibo de electricidad durante 15 años. Este monto no incluye eventuales adecuaciones de red que, de realizarse a gran escala, serían asumidas por las distribuidoras y luego incorporadas en la tarifa regulada.

La norma también establece una protección clave para el usuario: está prohibido cobrar el medidor si éste no está en operación comercial, es decir, solo se pagará cuando el equipo esté efectivamente instalado y funcionando.

Para Andrés Romero, director ejecutivo de Valgesta Perú, el costo es bajo frente a los beneficios potenciales. “Si el usuario logra ahorros mensuales de entre S/15 y S/16 gracias a tarifas horarias, el balance termina siendo claramente positivo”, sostuvo.

Recibos de luz llegarían a través de correos electrónicos y aplicativos.
 (Andina)

Agregó que, además del eventual ahorro en la factura, los medidores inteligentes traen beneficios como una facturación exacta, eliminando los cobros por estimaciones. También se reducen los tiempos de reposición del servicio ante cortes, ya que la red identifica automáticamente las fallas; y mejoran la seguridad, al evitar visitas mensuales para la lectura del medidor.

Eduardo Ramos Arechaga, director en Optima Energy Perú, destacó que esta tecnología también hace más eficiente a las empresas distribuidoras. “La lectura remota reduce costos operativos y de mantenimiento, y esa mayor eficiencia debería reflejarse en tarifas de distribución más competitivas en el largo plazo”, explicó.

Erick García, especialista en energía, añadió que la otra cara de la moneda de la medición inteligente también tiene que estar acompañada de la generación distribuida que permite la bidireccionalidad de la energía, tanto para inyectarla como para retirarla. “Esto ya se conoce como las ‘smart cities’”, explicó.

Con un medidor regular, yo puedo saber que consumí 100 KW y este consumo, asumamos que cuesta S/200. Mientras que con uno inteligente, puedo haber consumido 50 KW de los 100 KW en hora baja. Entonces al promediar, ya no tendría que pagar S/200 sino S/150 o S/180. Y con la generación distribuida, mi hogar que genera energía con paneles solares, me permitiría quizás producir 20 KW que descontado a los 100 KW que consumí, solo tendré que pagar 80 KW”, explicó.

Desarrollo de la energía eólica. (Foto: Celsia)

La Ley 32249, clave para que el ahorro sea real

Aunque la tecnología ya empieza a desplegarse, los especialistas coinciden en que su mayor beneficio depende de un factor pendiente: la reglamentación de la Ley 32249, que modifica el marco de contratación de energía para permitir precios diferenciados por bloques horarios.

Esta ley reconoce que el costo de producir electricidad no es el mismo durante todo el día. Con una mayor penetración de energías renovables, como la solar y la eólica, la electricidad suele ser más barata en el día y más cara en la noche. Sin embargo, hoy los usuarios pagan prácticamente el mismo precio por kilovatio hora sin importar el horario.

Medidores de luz tradicionales.

“La medición inteligente solo cobra sentido si el usuario ve señales de precio distintas entre el día y la noche”, señaló Romero. “De lo contrario, se pierde uno de los principales beneficios de esta tecnología”, agregó.

Osinergmin ya avanzó en esa dirección con la tarifa eléctrica inteligente BT5-I, que en una primera etapa permitirá a usuarios de un plan piloto acceder a precios diferenciados en tres bloques horarios —base, media y punta— con ahorros estimados de entre 5% y 19%. No obstante, su aplicación aún es limitada y requiere un despliegue más amplio.

Experiencias internacionales que marcan el camino

La implementación de medidores inteligentes no es una novedad a nivel global. Países como España, Italia y varios estados de Estados Unidos llevan años utilizando sistemas de medición horaria. En América Latina, Uruguay es uno de los casos más avanzados, con una cobertura cercana al 100% y altos niveles de satisfacción de los usuarios.

Brasil, México y Costa Rica también han avanzado con proyectos piloto y despliegues progresivos. En estos países, el éxito ha dependido no solo de la tecnología, sino también de campañas de información, marcos regulatorios claros y tarifas que realmente incentiven el cambio de hábitos de consumo.

“El desafío no es solo instalar el medidor, sino educar al usuario y adaptar la regulación”, advirtió Erick García, especialista en energía. Agregó que es un cambio cultural que toma tiempo.

La implementación de medidores inteligentes no es una novedad a nivel global.

Agregó que esta tecnología va a empoderar a los usuarios dado que tendrán un mayor control sobre su consumo y presión de energía.

Ramos coincidió con García y añadió que se debe hacer una labor de educación con la población para que conozcan los beneficios de esta tecnología.

“Se tiene que trabajar para que el despliegue de la instalación de medidores inteligentes sea el deseado o el esperado. Al día de hoy creo que tenemos 50.000 y se espera tener, al 2028, unos 650.000”, puntualizó.

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