El concepto de “Ambidestreza” está referido a cómo es que las empresas perduran en el tiempo a través de dos funciones estratégicas: La de “Exploración” y la de “Explotación”. La primera explica cómo se emplean recursos para investigar y diseñar nuevos modelos de negocios, a través de ofrecer productos y servicios que tengan acogida en el mercado. La segunda, implica el explotar al máximo las ventas de estos productos y servicios, sabiendo cuándo introducir reemplazos antes de que devengan en obsoletos.
El reto es que actuamos en un entorno denominado VICA, por sus siglas: “Volatilidad”, “Incertidumbre”, “Complejidad” y “Ambigüedad”, lo cual complica el accionar de las empresas debido a las distintas disrupciones a enfrentar que trae como consecuencia que el ciclo para desarrollar nuevos productos y servicios (Exploración) se acorte, debido a la obsolescencia acelerada que afecta a nuestra oferta, y por ello, los ciclos de Explotación también se reducen.
Esta situación imprime a la organización un gran estrés y requiere de procesos ágiles y de dotar a nuestros equipos de herramientas para fomentar, por un lado, la innovación y por el otro, destinar recursos para realizar prospectiva sobre escenarios que permitan imaginar cómo evolucionará la demanda, cómo actuará la competencia, cómo preparar a nuestro capital humano, cómo adaptar nuestra cultura, entre otros aspectos.
Cuando la incertidumbre impera, la “Ambidestreza” adquiere una dimensión adicional. Ésta se refiere a que los líderes deben a la vez implementar políticas defensivas para cautelar la salud financiera de la firma, y en paralelo, adoptar estrategias agresivas para que una vez que se identifiquen nichos donde crecer, aprovechen el “río revuelto”.
La frase que mejor grafica esta situación la dijo el campeón de Fórmula1, Ayrton Senna: “Es imposible rebasar 15 autos en una carrera en un día soleado, pero sí lo puedes lograr en un día lluvioso”. El entorno VICA genera tal cantidad de retos que aquellas firmas que no estén preparadas para reaccionar a tiempo sufrirán, más las empresas que hayan desarrollado y optimizado la ambidestreza, lograrán saltos cualitativos y cuantitativos formidables.
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